Pequeña historia de la Ruta Santa Bárbara

La pequeña historia de la Ruta Santa Bárbara.

Nació en el Centro Médico de Samuño, de la empresa minera asturiana HUNOSA, consecuente al insomnio después de atender a un trabajador accidentado – Santiago Torre Cañón – que tuvo la mala suerte de ser atrapado por un vagón de tierra contra el “hastial”, septiembre de 1988. Él era de Sama, vivía en la calle Covadonga, al lado del pozo Fondón y por donde la carrera pasaría en sus primeras ediciones.

Se ideó – esto sí que se puede asegurar sin error – para crear una marea humana entre dos pueblos: Langreo y Mieres, señalados por la muerte negra. Y ayudó mucho un amigo: Tino Venturo, minero y sindicalista. Sin él yo no se habría organizado (o sí, quien sabe) y este año, como siempre hay personajes dispuestos a “romper” las cosas y no quiero poner nombres más que para agradecer, a UNA sindicalista de Hunosa se le ocurre la feliz idea de “sortear” la organización de la carrera entre los clubes de las Cuencas. No encontró a nadie, la muy lerda, pero sí que nos vuele el patrocinio. Son estas cosas del sindicalismo que llevan a muchas personas a aborrecer a los sindicatos y a los sindicalistas.

En aquellos tiempos dejaban su vida en la mina del orden de 30 personas al año, a los que había que sumar los cientos que se iban silenciosamente, sin salud, en hospitales y en aldeas. Gentes con silicosis o cardiopatías varias, hombres asmáticos o con los huesos deshechos por la artrosis o los accidentes. Gentes que solo querían/podían llevar pan a sus hijos mediante una profesión de las más insalubres.

Ese trabajo de “privilegiados” que se obligan a dejar sus “miedos” en la Casa de Aseo para no rebelarse contra el mundo. Un oficio de y para topos humanos que pierden los temores porque no los ven, decía un artillero del Fondón, decía mi padre, que un día como hoy pero hace 27 años se nos fue de una manera injusta. En la foto de los artilleros del Fondón, es el “más trabau”.

Es mí pequeña contribución al recuerdo y alma de estas gentes, mis gentes, de las que formo parte. Vio la luz hace treinta años y su recuperación o, mejor dicho, evitar que se pierda me devolvió la serenidad y las ganas de trabajar en unos momentos un tanto convulsos. Ahora renace con un lema:

¡Compañeru …. dame tira!

El lema que muestra la solidaridad de los mineros, que se grita y seguirá gritándose dentro de las rampas cuando el “picador le pide al guaje que le apurra la madera”

Es la pequeña historia de la carrera que más alma tiene y con ésta, ponemos trabajo y deseamos recuperar la tradicional Fiesta de Santa Bárbara en la Cuenca del Nalón. Estamos trabajando en ello.

Este año, y por mor de lo arriba comentado, se organizará la carrera desde el Pozo San Luis, el Ecomuseo del Samuño, hasta el interior del parque Dorado de Sama y mas concretamente hasta la estatua de la “Carbonera”. Un recorrido muy favorable de 5 kilómetros y en modo NOCTURNA, para que no se pierda la esencia de la carrera

Pozo San Luis - Ecomuseo de Samuño

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