“En el Angliru, no me sorprendió la subida, mi asombro fue descendiendo cuando eché la vista atrás y me dije que como había sido capaz de haber subido hasta allí”
Martín Álvarez Espinar (Langreo, 19-06-1979) es un clásico, un asiduo del Angliru, es uno de esos corredores que no se lo pierde casi nunca, mantiene con él un idilio permanente.
Nació y creció en Langreo, pasando toda su infancia en La Nisal, un pueblín de Lada. Siempre fue activo con la bici, algo que no es poco con las cuestas que hay por esa zona. Como casi todos los chavales comenzó a jugar al fútbol, primero en el colegio y luego en el mítico y lamentablemente desaparecido Cruz Blanca de Lada. Destacaba más por su trabajo que por su técnica. Quería compensar con el físico las carencias de las otras cualidades y por eso entrenaba más que los otros chicos. Como no era bueno técnicamente, lo afirma Martín sin rodeos, sabía que si quería destacar tenía que compensarlo con el físico, y por eso dedicaba a entrenar todo lo que podía. El langreano se extiende en mi primera pregunta acerca de sus orígenes deportivos y sigue:
“Con 17 años, tuve una luxación de rótula durante un partido. Con los nervios me la coloqué yo sin pensarlo mucho. Luego, tuve la mala suerte que me tocó un médico que seguramente no había sido el primero de su promoción. En el mismo Hospital Adaro de Sama me escayoló la pierna entera y así me tuvo mes y medio. Quedó fatal y cuando hacía ciertos giros, la rótula no se sujetaba, se me luxaba y me iba al suelo, con el consiguiente dolor e inflamación. Entre susto y susto, comencé a informarme sobre la solución y llegué a la conclusión de que tenía dos opciones, una, operar (cortar ligamentos, pegar de nuevo y ver si salía bien) o la segunda, fortalecer músculos, tendones y ligamentos para que aguantara lo máximo posible. Me metí en el gimnasio municipal de La Felguera a hacer rutinas de rehabilitación, siempre con la orientación de algunos otros usuarios, que sabían un montón”.
“Ahí empecé a correr para mantener un poco la forma física. En ese sitio entrenaban los chavales del desaparecido y muy recordado club de atletismo Km 0 que además organizaban algunas de las grandes carreras asturianas como la Media Maratón de San Pedro, Ruta Santa Bárbara (Sama-Mieres) o la prestigiosa Maratón del Valle del Nalón. Corría con ellos y les oía historias de competición, superación y retos personales así que me motivaron, me convencieron y me arrastraron a probar algo que me parecía imposible: la Sama-Mieres de 1997. La acabé de forma honrosa y alguien me dijo que si había podido con aquello, un medio maratón era viable. Y esa fue la siguiente distancia que realicé. Un año después, ya enganchado a las competiciones, cayó la Maratón. Siempre asesorado por el monitor del gimnasio. Hacía La distancia de una media maratón todos los días, así que era bastante probable acabarla”. Los años van pasando, los estudios avanzando y toca emprender una nueva e intensa etapa:
“Al llegar a la Universidad oí hablar de un campeonato de campo a través universitario. Parecía algo entretenido y a alguien que veía los crosses de La 2 del mediodía de los domingos le surgió la curiosidad. Fui a informarme al servicio de deportes y esa misma tarde comencé a entrenar o quizás mejor expresado “correr detrás” de uno de los mejores grupos de personas y atletas que podría haber encontrado: los atletas del C.A.U. con Pepín Teverga, líder por antonomasia del club verdinegro. Durante dos años aquello fue un sufrimiento constante, educación socio-deportiva acelerada rodeado de grandes amigos y atletas que siguen siendo mis referentes. Entre ellos, el malogrado Juan Puerta, Pablo Solares e Isaac del Valle, impulsaron un club local en Infiesto, el Piloña.Deporte, que desde entonces ha sido mi casa atlética”.
Como queremos conocer más cosas de este atleta, de este corredor, le lanzamos una batería de preguntas:
P.- Una vez en el atletismo cual era la distancia o especialidad favorita
Lo más espectacular es el medio fondo pero para eso necesitas tener cualidades específicas y por eso siempre hice pruebas de fondo, que pasaba algo más desapercibido. Y desde siempre el ambiente del campo a través en invierno me ha encantado.
P.-Cuales son tus mejores marcas en pista y ruta/asfalto?
R.- Tengo marcas muy modestas (p.e., 8:43 en 3000; 15:20 en 5000). En asfalto quizás la mejor es en el medio maratón (1:08).
P.- Vamos con el Angliru, ¿qué recuerdas de tu primera presencia? Te sorprendió su dureza, lo conocías de antes, ¿lo habías subido??
R.-La mayor impresión fue después, al comenzar a bajar, no creía posible haber podido subir ahí.
P.- Te conviertes en un asiduo del mismo. ¿No fallas nunca o casi nunca, por qué? ¿a qué se debe?
R.- Sí. Es una cima que me encanta. Subo a entrenar frecuentemente por ahí y no dejan de sorprenderme su dureza y las vistas que hay desde arriba. Se ha convertido en la cima mítica que muchos disfrutamos.
P.- Tras varias presencias en sus diversas etapas organizativas de la misma llega por fin tu primera victoria en 2015. ¿Era una obsesión, un anhelo, un sueño…?
R.-Obsesión, no. Sueño, tampoco. Sabía que algún día podría llegar. No es soberbia sino cuestión de que fallase alguno de los intocables. Al final es aritmética simple y con pocas variables. Mi mejor tiempo es 1h 03′ y, aunque es cierto que hice la carrera casi en contrarreloj, son tres minutos más que el tiempo que tardó el “Rey del Angliru, José Luis Capitán”. Un segundo o tercer puesto -y fueron unos cuantos- detrás de cualquiera de los grandes siempre me supo a oro.
P.- Seguirás acudiendo al Angliru??
R.-Si el calendario y las piernas lo permiten, ahí estaré.
P.- ¿Sigues entrenando, compitiendo?
R.-Sí. Todo lo que me permite el cuerpo y la cabeza.
P.- Alguien como tú con años de atletismo, de croses, de pruebas de asfalto e incluso creo que alguna de trail, que pruebas, que carreras no te perderías nunca, ¿cuáles son tus favoritas por el motivo que sea?
R.-Ahora intento hacer carreras distintas y que nunca hice. Disfruto con el atletismo y con la competición. Y si hay mucha gente buena aunque me vayan a ganar, pues mejor. Seré fiel al cross.
P.- ¿Tienes algún consejo para aquellos que a buen seguro el próximo mes de octubre afronten por primera vez la subida al Angliru?
R.-Lo más importante es llegar bien preparado con entrenamientos de fuerza en cuesta unas semanas antes y estar fresco muscularmente el día de la carrera.
P.- Me comentan quienes te conocen y admiran que eres un exitoso y brillante profesional en el mundo laboral. ¿A qué te dedicas, que haces?
R.-Soy ingeniero informático para CTIC. Nos dedicamos a la transformación digital de la sociedad y la industria, fomentando el uso de tecnologías estándares para mejorar la eficiencia en los distintos sectores industriales o de nuestra vida diaria.
Isaías Díaz Peña
Pasión por las Carreras